La amenaza terrorista ensombrece la anticipación de los Juegos Olímpicos de París 2024
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A medida que París se prepara para recibir los Juegos Olímpicos de 2024, la sombra del terrorismo acecha, exacerbada por recientes ataques como el ocurrido en Moscú que encendió las alarmas en toda Europa.
Si se produce un ataque terrorista, la respuesta recaerá en el GIGN, la unidad de élite de la Gendarmería Nacional francesa. (FOTO: Benoit Tessier/REUTERS)
El recuerdo de los ataques del 13 de noviembre de 2015 sigue vivo en París, y la reciente ofensiva en un teatro de Moscú ha reactivado los temores de amenazas similares. El Estadio de Francia, uno de los lugares atacados en 2015, será una de las sedes principales de los Juegos, albergando eventos de atletismo y rugby. El reciente ataque en Moscú, el 22 de marzo, llevó al gobierno francés a elevar el nivel de alerta a “Urgencia Atentado” bajo el sistema de vigilancia antiterrorista Vigipirate.
Aunque no se han detectado amenazas específicas hacia los Juegos, según las autoridades, la tensión es palpable. Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador, confirmó que el río Sena sigue siendo el lugar principal previsto para la ceremonia de apertura, a pesar de los riesgos.
París se enfrenta no solo al desafío terrorista, sino también a dificultades económicas y geopolíticas. Jean Viard, un destacado sociólogo, señaló que el clima actual de violencia global, incluyendo la guerra en Ucrania y la crisis climática, afecta profundamente el ánimo público.
La llegada de la llama olímpica a Marsella marca el inicio de un período crítico de seguridad, que culminará con la ceremonia de apertura el 26 de julio en París. Unos 6,000 efectivos de seguridad se desplegarán solo en Marsella, y un recorrido de 12,000 kilómetros llevará la llama a través de más de 400 localidades francesas.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, destacó la importancia de la protección continua de la llama y anunció medidas adicionales, incluyendo un sistema antidrones para prevenir incidentes. El contexto internacional complicado y las amenazas endógenas, como los recientes ataques en Arras y cerca de la Torre Eiffel, mantienen a las autoridades en máxima alerta.
El presidente Emmanuel Macron ha prometido que la inauguración será un evento espectacular, pero las autoridades tienen preparado un “plan B” en caso de amenaza terrorista. Este plan alternativo permanece confidencial, asegurando que la seguridad es la máxima prioridad.
El evento deportivo no solo es un desafío de seguridad sin precedentes, sino también una oportunidad para Francia de demostrar su capacidad para organizar eventos globales bajo condiciones extremas. Con información de AFP.