A tres meses del fin del sexenio, Pemex sigue sin alcanzar la producción prometida

A tres meses del cierre del sexenio, la promesa de producción de AMLO se desvanece

A tan solo tres meses de que concluya la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la promesa de producir 2 millones de barriles diarios de petróleo sigue sin cumplirse. Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta una crisis financiera y operativa que pone en duda su capacidad para alcanzar este objetivo.

La situación de Pemex es alarmante. La empresa arrastra una deuda considerable que no ha logrado disminuir significativamente, lo que la ha llevado a ser considerada una inversión especulativa por las agencias calificadoras. Este panorama financiero restrictivo limita la capacidad de la empresa para financiar nuevas exploraciones y explotaciones petroleras, esenciales para incrementar su producción.

Además, la frecuencia de accidentes en Pemex se ha duplicado en comparación con el estándar internacional, lo que evidencia un deterioro preocupante en las condiciones laborales y operativas. Esta situación no solo pone en riesgo a los trabajadores, sino que también afecta la eficiencia y la seguridad de las operaciones de la empresa.

A pesar de los cuantiosos recursos económicos que el gobierno ha inyectado para apoyar a Pemex, la empresa continúa enfrentando desafíos significativos. Su viabilidad futura está en entredicho, con pasivos históricos que amenazan su sostenibilidad. La deuda acumulada y los problemas operativos pueden llevar a que Pemex tenga que recurrir a la importación de petróleo para abastecer sus propias refinerías, un escenario que contrasta fuertemente con la visión autosuficiente que el gobierno había proyectado.

En resumen, a pocos meses del final del sexenio, la realidad de Pemex se presenta complicada y llena de retos, lo que genera incertidumbre sobre su futuro y sobre la capacidad del país para mantener su producción petrolera sin recurrir a importaciones.