Rusia ataca hospital infantil en Kiev: al menos 20 muertos en la ofensiva

El ataque, que también golpeó otras ciudades ucranianas, ha dejado una estela de destrucción y víctimas, mientras Zelensky pide apoyo internacional urgente.

Rusia lanzó una ofensiva masiva con misiles que resultó en la muerte de 31 personas y causó graves daños al hospital pediátrico Okhmatdyt en Kiev, en un ataque calificado como una brutal agresión contra civiles.

Periodistas de la AFP en el lugar reportaron que voluntarios, médicos y rescatistas estaban buscando sobrevivientes entre los escombros del hospital tras el inusual ataque durante el día. Las sirenas y una explosión hicieron que los socorristas buscaran refugio, mientras el ataque se repetía, resultando en la muerte de cuatro personas en un hospital de maternidad en otro distrito de Kiev, según los servicios de emergencia.

El presidente Volodimir Zelensky afirmó que las fuerzas rusas lanzaron más de 40 misiles contra al menos cinco importantes centros civiles, principalmente en el sur y el este del país, además de la capital. En el momento de los ataques, Zelensky estaba en Polonia para firmar un acuerdo de seguridad con el Primer Ministro Donald Tusk en Varsovia, donde se guardó un minuto de silencio en honor a las víctimas.

Desde Varsovia, Zelensky exigió a sus aliados “una respuesta más firme ante el nuevo ataque de Rusia contra nuestra gente, nuestro territorio y nuestros niños”.

La ONU ha condenado enérgicamente la serie de ataques, calificándolos de “inconcebibles” por el impacto en los niños, mientras que Josep Borrell, de la UE, criticó a Rusia por su ataque “despiadado” contra civiles. Francia también condenó el ataque, describiéndolo como una “barbarie”.

Kiev informó que el hospital infantil fue alcanzado por un misil de crucero ruso que contenía componentes fabricados en países miembros de la OTAN. Sin embargo, Rusia, sin presentar pruebas, afirmó que el daño fue causado por un misil de defensa antiaérea ucraniano, alegando que sus objetivos eran exclusivamente la industria de defensa y las instalaciones militares.

El hospital quedó parcialmente destruido, con un edificio de dos pisos gravemente dañado y ventanas y puertas destrozadas en el bloque principal de 10 plantas. Se observaban manchas de sangre en el suelo y el personal médico y vecinos ayudaban a mover escombros para buscar a los atrapados, mientras aún salía humo del edificio y se usaban mascarillas.

El ataque llevó al cierre y evacuación del hospital, con madres llevándose a sus hijos en brazos y otras esperando en el patio con los teléfonos de los médicos sin respuesta.

Las autoridades de Kiev reportaron daños adicionales en edificios residenciales y un bloque de oficinas. El ataque dejó 20 muertos y 38 heridos en Kiev, y también destruyó o dañó tres subestaciones eléctricas en la ciudad, reduciendo aún más la capacidad de generación de energía del país.

Además de Kiev, Rusia lanzó misiles sobre otras ciudades ucranianas, incluyendo Dnipro, Kryvyi Rig, Solviansk y Kramatorsk, con un saldo de al menos 10 muertos y más de 41 heridos en Kryvyi Rig, y una persona muerta y seis heridas en Dnipro.

El gobernador de Donetsk informó que tres personas murieron en Pokrovsk. “Este bombardeo ha afectado a civiles e infraestructuras, y el mundo entero debería ver hoy las consecuencias del terror”, escribió Andriy Yermak, jefe de la administración presidencial ucraniana.

Zelensky y otros funcionarios han pedido a los aliados de Ucrania que envíen más sistemas de defensa antiaérea, como los Patriots, para enfrentar los mortales ataques aéreos rusos. “Rusia debe rendir cuentas por sus crímenes”, enfatizó Zelensky.