Ríos de Alaska se Tiñen de Naranja por el Cambio Climático
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Estudio revela la liberación de metales tóxicos debido al deshielo del permafrost, afectando gravemente los ecosistemas acuáticos
Investigadores han descubierto que los ríos y arroyos de Alaska, que antes eran azul cristalino, ahora se tiñen de un naranja oxidado. Este cambio de color se debe al deshielo del permafrost, liberando metales tóxicos en las vías fluviales.
Un estudio reciente realizado por el Servicio de Parques Nacionales, la Universidad de California en Davis y el Servicio Geológico de Estados Unidos, encontró que en 75 lugares de Brooks Range, los ríos se han vuelto turbios y anaranjados. Metales como hierro, zinc, cobre, níquel y plomo, atrapados bajo el permafrost durante miles de años, se están liberando debido al aumento de las temperaturas.
“Es sorprendente ver esto en una de las áreas más remotas y naturales del mundo”, comentó Brett Poulin, coautor del estudio y profesor de toxicología ambiental en la Universidad de California Davis.
El estudio, publicado en la revista Communications: Earth & Environment, resalta que los suelos árticos contienen naturalmente carbono orgánico, nutrientes y metales. Las altas temperaturas han provocado que estos minerales se liberen en el agua, alterando los ecosistemas acuáticos.
Imágenes de satélite mostraron que los cambios más drásticos en la coloración ocurrieron entre 2017 y 2018, coincidiendo con los años más cálidos registrados en la región. Esta decoloración ha tenido un impacto negativo en la vida acuática, con disminuciones dramáticas en las poblaciones de peces críticos para la subsistencia, pesca deportiva y comercial.
Poulin señaló que las comunidades locales han expresado sus preocupaciones sobre estos cambios desde hace siete años, ya que dependen de las vías fluviales para actividades vitales como la pesca y el consumo de agua.
Alaska no es la única región afectada. Un estudio publicado por Water Resources Research identificó efectos similares en las Montañas Rocosas de Colorado, con aumentos en las concentraciones de metales debido al deshielo del suelo congelado. Investigaciones en los Andes chilenos, los Alpes europeos y los Pirineos del norte de España también han documentado incrementos en las concentraciones de metales en ríos de montaña.
Los investigadores en Alaska continuarán sus estudios para determinar la ubicación precisa de las fuentes de metales y minerales, y cómo estos cambios seguirán afectando tanto a la vida acuática como a las comunidades humanas.
Estos hallazgos subrayan la urgencia de abordar el cambio climático y sus efectos inesperados en los ecosistemas globales, destacando la necesidad de soluciones sostenibles y la preservación de nuestros recursos naturales.