La Unión Europea envía 100 observadores para elecciones en Venezuela
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Misión técnica bajo condiciones estrictas
Desde Bruselas, la Unión Europea ha confirmado el envío de una misión compuesta por 100 observadores para supervisar las elecciones presidenciales en Venezuela, programadas para el 28 de julio. Este despliegue dependerá de la aceptación de las condiciones impuestas por el régimen de Nicolás Maduro.
En declaraciones desde Bruselas, el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, destacó que la invitación formal del régimen venezolano ya ha sido recibida. Sin embargo, subrayó la importancia de mantener la independencia total de la misión, el acceso completo a todas las mesas electorales y una comunicación directa y sin restricciones con la prensa. Además, la UE exige elecciones inclusivas, con la participación activa de la oposición democrática, para considerar su intervención como válida.
Respaldo a la oposición democrática
En la capital belga, las autoridades europeas han mostrado un escepticismo moderado, pero reconocen el esfuerzo significativo de la oposición venezolana. En este contexto, Edmundo González Urrutia, respaldado por la popularidad de Maria Corina Machado, emerge como un candidato unitario que ha logrado unificar al arco democrático. Este apoyo ha sido determinante para que la UE considere el envío de la misión.
Representantes de la oposición venezolana han mantenido contactos directos y casi diarios con Bruselas, solicitando el apoyo europeo en este proceso electoral. La decisión de participar y apoyar la ruta electoral, a pesar de los riesgos, se ve como una oportunidad de negociación que vale la pena explorar.
Cooperación internacional y desafíos
La estrategia de la UE respecto a Venezuela sigue dos líneas: por un lado, las sanciones contra el régimen de Maduro, aunque ahora limitadas en el tiempo hasta enero próximo, y por otro, el mantenimiento de un canal de negociación abierto. La cooperación con Estados Unidos y países de la región, como Brasil y Colombia, ha sido clave en este proceso.
Una delegación de opositores venezolanos visitó Bruselas a finales de marzo para buscar el respaldo europeo antes de que se confirmara la candidatura de González Urrutia. La petición era clara: en caso de elecciones, la UE debía apoyar con observadores para garantizar la transparencia del proceso.
Expectativas y condiciones
La participación de la UE en la supervisión de las elecciones está condicionada a la aceptación de su metodología por parte del régimen venezolano. La situación es volátil y la incertidumbre persiste, ya que aún no se ha definido si los venezolanos en la diáspora podrán votar ni si habrá cambios en la política de represión y persecución de opositores.
“Estamos preparando la misión técnica para enviar a Venezuela, pero mañana todo puede cambiar”, comentan desde Bruselas, ilustrando la volatilidad del régimen de Maduro. La misión requiere un acuerdo formal y un despliegue anticipado de un grupo de avanzada semanas antes de los comicios.
La comunidad internacional y la sociedad venezolana están pendientes de la respuesta del régimen. La presencia de observadores internacionales es vista como una garantía de transparencia y un paso hacia la legitimación de los resultados electorales, siempre y cuando se cumplan las condiciones establecidas por la Unión Europea.