Fracking: Potencial Económico Frente a la Prohibición Presidencial
Comparte
Expertos argumentan que la técnica de fractura hidráulica podría incrementar las reservas petroleras del país, mientras que otros instan al Gobierno a prohibir el fracking para evitar daños ambientales y a la salud pública.
Carlos Slim Helú, presidente vitalicio de Grupo Carso, destacó que el fracking, un método de extracción de hidrocarburos mediante fractura hidráulica, podría aumentar la producción petrolera de México entre 600 mil y un millón de barriles diarios en dos años, lo que ayudaría a “rescatar a Pemex de la quiebra“.
Según el magnate mexicano, la producción en aguas profundas resulta costosa y lenta, por lo que considera que el Gobierno tiene una oportunidad importante al explorar este tipo de pozos.
Sin embargo, esta práctica es rechazada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en febrero presentó una iniciativa a la Cámara de Diputados para reformar diversas disposiciones de la Constitución y prohibir el fracking con agua como fluido base para la extracción de hidrocarburos, debido a los posibles daños al medio ambiente y a la salud pública.
Durante su campaña, Claudia Sheinbaum Pardo también prometió que no se permitiría la explotación de hidrocarburos mediante fracking. Al inicio de su administración, López Obrador canceló la ronda 3.3 el 11 de diciembre de 2018, impidiendo que se autorizaran nuevos contratos para la explotación de hidrocarburos mediante fracking. A pesar de ello, el presupuesto para proyectos como Aceite Terciario del Golfo y Burgos, ambos de Pemex, sigue existiendo y supera los cinco mil millones de pesos, según el primer trimestre del año 2024.
Ramsés Pech, analista del sector energético de la Consultora Caraiva y Asociados, explicó que aunque estos proyectos recibieron presupuesto, no se ha utilizado completamente debido a restricciones gubernamentales impuestas desde 2019. Estas restricciones impiden la explotación de yacimientos con fracking en pozos no convencionales, aunque Pemex ha seguido presentando información para la exploración y certificación de reservas.
Gonzalo Monroy, director de GMEC, señaló que la oposición al fracking se debe a la falta de regulación en sus inicios, cuando la técnica podía contaminar acuíferos. Sin embargo, desde 2017 se han logrado avances tecnológicos significativos, especialmente en el uso de aguas grises para la fractura hidráulica.
Por otro lado, Manuel Llano, director y fundador de Cartocrítica, afirmó que Pemex sigue explorando y recibiendo presupuesto para fracking, aunque no se han perforado ni fracturado nuevos pozos desde 2019. Destacó que la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) sigue otorgando permisos y autorizando planes de trabajo que incluyen pozos no convencionales, ya que no tiene las herramientas legales para negar estos permisos.
Llano subrayó que es fundamental prohibir el fracking por precaución, debido a la abrumadora evidencia científica de sus efectos perjudiciales en la salud y el medio ambiente.
El debate entre el potencial económico del fracking y las preocupaciones ambientales y de salud pública continúa siendo un tema central en la política energética de México.