El PAN exige la destitución de Ulises Lara tras fallido intento de arresto a Javier Corral
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La bancada del PAN arremete contra Ulises Lara, acusándolo de entorpecer la justicia en favor del exgobernador de Chihuahua.
La tensión política en la capital mexicana alcanzó un nuevo pico este jueves, cuando la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) del Congreso de la Ciudad de México exigió enérgicamente la renuncia de Ulises Lara López, titular de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX. La causa de la controversia: la inesperada intervención de Lara en un restaurante de la colonia Roma, donde detuvo el arresto del exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, quien es señalado por delitos graves como peculado y enriquecimiento ilícito.
Federico Döring, coordinador del PAN en el Congreso capitalino, no escatimó en críticas, acusando a Lara de convertir a la Fiscalía en un brazo protector de los aliados de MORENA. Döring calificó la actuación del fiscal como “un espectáculo vergonzoso”, asegurando que el incidente no solo demuestra parcialidad, sino que evidencia que la Fiscalía de la CDMX actúa bajo las órdenes del partido en el poder, en lugar de preservar la autonomía que debería caracterizar a la procuración de justicia.
“Las imágenes no dejan lugar a dudas. Ulises Lara mostró que su lealtad no está con la justicia, sino con sus intereses políticos. Es una marioneta de MORENA, un fiscal sin principios ni ética profesional”, sentenció Döring con tono indignado. Según el líder panista, el acto de “rescatar” a Corral fue una maniobra política, hecha con el único fin de evitar que un alto exfuncionario enfrentara las consecuencias legales de sus presuntos delitos.
Lara, sin embargo, se defendió de las acusaciones a través de un mensaje oficial, donde aseguró que su presencia en el restaurante Gin Gin no fue para liberar a Corral, sino para verificar la legalidad del operativo que la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua intentaba llevar a cabo. Según sus palabras, acudió al lugar tras recibir una llamada del equipo de Corral, solicitando su intervención ante la posible irregularidad en la ejecución de la orden de arresto.
“Yo no fui a rescatar a Javier Corral, sino a asegurarme de que se respetaran sus derechos. La Fiscalía de Chihuahua no tenía los permisos necesarios para actuar en la Ciudad de México. Cumplí con mi deber y con la ley”, afirmó Lara con firmeza.
El intento de arresto de Corral, señalado por desviar 98 millones de pesos durante su mandato como gobernador de Chihuahua, fue finalmente frustrado tras la intervención de Lara. El exmandatario, quien también enfrenta acusaciones de defraudación fiscal y enriquecimiento ilícito, salió del restaurante acompañado del fiscal capitalino y, tras presentarse en las instalaciones de la Fiscalía de la CDMX, abandonó el lugar sin enfrentar ningún cargo inmediato.
Este incidente ha desatado una ola de críticas y sospechas sobre la verdadera autonomía de la Fiscalía capitalina, mientras las acusaciones contra Corral siguen acumulándose. La controversia está servida, y las demandas de transparencia y rendición de cuentas no se harán esperar.