El Limón Llega a 50 Pesos por Kilo en Medio de Incrementos Generalizados
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En el mercado local, el precio de las frutas y hortalizas continúa escalando, destacando especialmente el aumento del limón
En un escenario económico donde los bolsillos de los consumidores parecen estar en constante aprieto, los precios de las frutas y hortalizas vuelven a ser protagonistas de malas noticias. El limón, ese ingrediente esencial en la cocina mexicana, ha escalado hasta los 50 pesos por kilogramo, lo que ha provocado que el cítrico se convierta en un lujo para muchos. Esta subida de precios, según explicó Joaquín Camacho Molina, comerciante del Mercadito Unión, está directamente relacionada con la calidad y el tamaño del producto. “El limón grande ha pasado de 40 a 50 pesos por kilo, aunque existen opciones más económicas, pero de menor tamaño”, indicó.
Lo que antes solía ser un fenómeno ocasional durante épocas festivas, como diciembre o la Cuaresma, ahora parece haberse instalado de manera permanente en los mercados locales. En los últimos años, los consumidores han sido testigos de cómo los incrementos de precios se han vuelto la norma, afectando no solo al limón, sino también a otros productos básicos.
El aguacate, otro de los alimentos estrella de la dieta mexicana, experimentó una explosiva subida en su precio, alcanzando los 120 pesos por kilo en su punto más alto. Aunque ha retrocedido a 90 pesos, sigue siendo un desafío para los bolsillos. Por su parte, el tomate, dependiendo de su variedad y calidad, oscila entre los 20 y 40 pesos por kilo, mostrando la volatilidad de los precios en el sector alimenticio.
Camacho también señaló que las ventas tienden a disminuir en agosto, un fenómeno recurrente cada año. Sin embargo, anticipa una recuperación a partir de la segunda quincena de septiembre, coincidiendo con el inicio del último trimestre del año, cuando la demanda se incrementa considerablemente.
Pero el dato más alarmante viene de la venta al por mayor. En un lapso de solo 20 días, el precio de una caja de limón pasó de 400 a 900 pesos, un incremento que pinta un panorama incierto para los mercados y los consumidores en los próximos meses.