Tripulación del Dali: 7 semanas varados en un barco sin poder regresar a casa
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La tripulación del carguero Dali enfrenta semanas de incertidumbre tras el accidente en Baltimore. Los 21 marinos viven en el barco desde el 26 de marzo, sin respuestas sobre su regreso.
El reverendo Mark Nestlehutt, quien subió a bordo del Dali una semana después del accidente, escuchó las preguntas angustiosas de los 21 tripulantes: “¿Cuándo saldré del barco? ¿Cuándo podré volver a casa?”. Estas dudas persisten más de un mes después. El carguero Dali perdió potencia y chocó contra el puente Francis Scott Key, causando la muerte de seis trabajadores de construcción.
Desde entonces, los 20 tripulantes indios y un esrilanqués han vivido confinados en el Dali, enfrentando una serie de desafíos, como la confiscación de sus teléfonos por el FBI y soportando explosiones controladas para remover parte del puente incrustado en la proa del barco.
Una situación compleja y sin resolución inmediata
Según Gwee Guo Duan, secretario general adjunto del Sindicato de Oficiales Marítimos de Singapur, los marinos están lidiando con el trauma de saber que se han perdido vidas. “Es duro para ellos, estar a bordo y tener que ver el lugar del accidente todos los días”, señaló Duan.
La normativa marítima internacional exige que una parte de la tripulación permanezca en el barco para garantizar su seguridad y mantenimiento. Philip C. Schifflin Jr., director del Center for Mariner Advocacy, explica que el barco puede enfrentar diversos peligros, como inundaciones o fallos en la maquinaria, por lo que es crucial que haya personal preparado para responder.
Ansiedad y temor entre los tripulantes
La confiscación de los teléfonos móviles por parte del FBI el 15 de abril aumentó la ansiedad entre los marinos, quienes temen responsabilidades penales individuales. Aunque han recibido nuevos teléfonos, solo algunos han recuperado sus tarjetas SIM. Dave Heindel, presidente del Sindicato Internacional de Marinos, subraya la importancia de estos dispositivos para las necesidades personales y familiares de los tripulantes.
Don Marcus, presidente de la Organización Internacional de Capitanes, Guardiamarinas y Pilotos, calificó de injusta la prolongada detención de los marinos y la confiscación de sus dispositivos personales. “Nuestros corazones están con el capitán, los oficiales y la tripulación del M/V Dali”, expresó Marcus.
Vida a bordo y apoyo limitado
Mientras esperan noticias sobre su destino, los marinos se mantienen ocupados con sus tareas habituales en el barco y apoyando a los equipos de salvamento. Darrell Wilson, portavoz de Synergy Marine Group, la empresa que gestiona el Dali, afirma que la tripulación está desempeñando un papel crucial en el mantenimiento y asistencia a los rescatadores.
Además, Synergy Marine ha proporcionado servicios de salud mental a la tripulación, vitales para aquellos que sufren trauma tras el accidente. Duan cuenta que uno de los marinos intentó frenéticamente buscar supervivientes la noche del choque, enfrentándose a escombros inestables.
Obstáculos adicionales y visados vencidos
A pesar de los esfuerzos para reflotar el Dali y trasladarlo a una terminal local, los marinos enfrentan el obstáculo de tener sus visados estadounidenses vencidos. Darrell Wilson señaló que la compañía está trabajando para obtener orientación de las autoridades sobre los próximos pasos, pero no hay una fecha concreta para la salida de los tripulantes.
La difícil situación de los marinos del Dali pone de relieve los sacrificios personales de estos trabajadores, que a menudo abandonan a sus familias durante meses para suministrar bienes de uso diario. “La realidad es que el 90% de la carga del mundo se transporta en buques”, explica Schifflin. “Para la mayoría de nosotros, son invisibles. Ni siquiera sabemos que están ahí. Y creo que muchas veces damos por sentados sus sacrificios”.