Qucho y la importancia del cartón en la crítica social
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El famoso monero platica sobre su trayectoria
Por Diego Morales Heredia
Su técnica para construir las ideas, los orígenes de su brillante trayectoria, la relación con la frivolidad del poder, son algunos de los temas que tocó Saúl Herrera en la charla “Trazos de realidad: El camino artístico y crítico de Qucho Monero, cartonista icónico de Guadalajara y México”, en donde destacó: “Sí cumplimos con un servicio social de reclamo, si el poderoso lo ve y lo toma en cuenta, que padre, estamos cumpliendo con la sociedad”.
Para Qucho, la relación entre el poder y los moneros debe ser distante, que su trabajo cumpla con una función social y poder darle voz a los ciudadanos en sus denuncias y necesidades ante las autoridades.
“Como monero siento que entre más lejos estés de los poderosos es mejor, aunque es inevitable el contacto tarde o temprano. En lo particular considero que la relación del monero con el poder debe ser distante, el monero no está para aplaudirle al gobierno, está para fiscalizarlo. Hay reclamos justos para la sociedad, el monero está para eso, no somos los bully del salón, pero sí cumplimos con un servicio social de reclamo, si el poderoso lo ve y lo toma en cuenta, que padre, estamos cumpliendo con la sociedad”, manifestó el cartonista.
En el mismo orden de ideas, Saúl Herrera destacó que los moneros son criaturas solitarias, sedentarias, que necesitan una atmósfera de soledad para trabajar y sacar adelante las ideas, así vive el día a día en donde trabajara en las obras para sus lectores y público de redes sociales.
“Ser monero es una vida sedentaria; enciendo el radio, dejo a mi bebé en la guardería, hago ejercicio. A medio día tengo una lectura de notas del día anterior, comienzo a trabajar, entrego mi cartón a las 12 de la noche, es todo un proceso de estar escuchando noticias, a veces lo más complicado que resulta es cuál es el mejor tema, a veces puedes tener un chiste de un tema intrascendente, pero el tema del día no será ese, eso me frustra más, pero regularmente mi rutina es estar pegado todo el día a la radio, a un monitor, estar informándome. Tengo en prensa escrita una hora de entrega, en medios digitales está más relajado, en el periódico si hay que meter el acelerador y meterle presión a tu ardilla porque sí necesitas entregar un cartón a las 10 de la noche”.
Agregó: “A la hora de mandar un cartón, se siente un alivio especial, es una creación a fin de cuentas, no está bien hablar de mi chamba, pero todos mis cartones son diferentes, me llama la atención buscar programas nuevos para dibujar, porque me enfadan los mismos, me gusta divertirme con eso, usar nuevos pinceles, eso me hace sentirme vivo, que vale la pena estar experimentando y no caer en una monotonía porque sería aburrido, me encanta dibujar, pero a veces lo hago por compromiso porque lo tengo que hacer. Los moneros somos criaturas solitarias, necesitamos una atmosfera de soledad para poder crear”.
En este mismo evento, promocionó su libro “Qucho: Cartones de Saúl Herrera“, el cual tiene un costo de 500 pesos y puede adquirirse por medio de sus redes sociales oficiales.