Ondas Tropicales y Huracanes Mitigan Sequía en Nuevo León y Tamaulipas
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Conagua reporta que las intensas lluvias de tres ondas tropicales han disminuido significativamente la sequía en los estados de Nuevo León y Tamaulipas.
Las intensas lluvias de la temporada de huracanes han brindado un respiro crucial a los estados norteños de Nuevo León y Tamaulipas, que han estado lidiando con una severa sequía en los últimos años. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que la combinación de la tormenta tropical Alberto y la llegada de tres ondas tropicales ha resultado en lluvias abundantes que han aliviado la sequía en estas regiones.
Durante la segunda quincena de junio, la tormenta tropical Alberto se desplazó sobre el Golfo de México, acompañada por tres ondas tropicales, provocando lluvias fuertes a muy fuertes en gran parte del país. Este fenómeno ha sido determinante para disminuir la sequía en estados como Tamaulipas y Nuevo León, según el Monitor de Sequía en México de Conagua, con datos hasta el 30 de junio.
En Nuevo León, la situación ha mejorado notablemente. A mediados de junio, 21 de los 51 municipios del estado, que representan el 41.2% del territorio, estaban afectados por la sequía. Sin embargo, al cierre de junio, ningún municipio en Nuevo León se encuentra en esta condición. Solo cinco municipios permanecen en la categoría de “anormalmente secos”, que no se considera como sequía: Anáhuac, Bustamante, Doctor Arroyo, Lampazos de Naranjo y Mier y Noriega.
Tamaulipas, por su parte, ha experimentado una recuperación aún más impresionante. De tener 41 de sus 43 municipios en sequía (95.3%) a mediados de junio, ahora solo siete municipios enfrentan esta situación (16.3%), mientras que 15 están clasificados como “anormalmente secos”. En la última actualización, los municipios con sequía severa se redujeron significativamente, y el estado mostró una notable mejoría en su condición hídrica.
El caso más emblemático de recuperación en Tamaulipas se encuentra en el sur del estado. El sistema lagunario Chairel, vital para el suministro de agua potable en la zona conurbada, había alcanzado un alarmante 1% de su capacidad de almacenamiento debido a una prolongada sequía de ocho años, extracciones ilegales y un sistema de diques obsoleto. Gracias a las lluvias de las tormentas tropicales Alberto y Chris, el sistema comenzó a recuperarse, alcanzando incluso más del 100% de su capacidad.
La situación en Tampico y Ciudad Madero ha vuelto a la normalidad, mientras que Altamira se mantiene “anormalmente seco”. La colaboración de usuarios de distritos de riego agrícola en San Luis Potosí, que cedieron agua para mitigar la crisis, también ha sido fundamental para superar esta situación.
Estas lluvias no solo han proporcionado un alivio temporal, sino que también han resaltado la importancia de la gestión adecuada del agua y la necesidad de infraestructura moderna para prevenir futuras crisis hídricas en la región.