Irán despide a su presidente, Ebrahim Raisi, en emotiva ceremonia en Mashhad
Comparte
Multitudinaria despedida se convierte en un reflejo del legado y la política iraní en un contexto de sanciones y tensiones
La ciudad de Mashhad se convirtió en escenario de un acontecimiento histórico con la ceremonia fúnebre del presidente iraní, Ebrahim Raisi, que tuvo lugar en el santuario Imam Reza, uno de los sitios más venerados en el Islam chiita. Desde las primeras horas del jueves, miles de personas, vestidas de luto y con flores en manos, se dieron cita en las calles que conducen al santuario, demostrando el profundo respeto y la conexión emocional que Raisi logró con sus compatriotas durante su mandato.
La ceremonia, marcada por momentos de intensa emoción, mostró a funcionarios y miembros del gabinete, visiblemente conmovidos, golpeándose el pecho en señal de duelo. La gran sala del santuario, donde fue colocado el féretro, estuvo llena hasta su máxima capacidad, evidenciando el gran número de asistentes que querían dar su último adiós al líder.
El incidente que precipitó esta tristeza nacional fue un fatal accidente de helicóptero, cuyas causas aún se encuentran bajo investigación. Algunos analistas dentro de Irán han sugerido que las sanciones impuestas por Estados Unidos podrían haber jugado un papel en la tragedia, aunque la situación es probablemente más compleja.
Durante la procesión, la organización de la Media Luna Roja iraní tuvo que intervenir para atender a más de 400 personas afectadas por el calor y la aglomeración, lo que subraya la magnitud del evento y el calor de los sentimientos que Raisi generaba entre los iraníes.
En paralelo, Teherán también fue escenario del adiós a Hossein Amir-Abdollahian, ministro de Asuntos Exteriores, en otra ceremonia llena de dolor y solemnidad en el Ministerio de Asuntos Exteriores. La muerte de estas figuras clave no solo representa una pérdida emocional, sino también un punto de inflexión para la política iraní, especialmente en un momento de fricciones crecientes con potencias occidentales.
La influencia de Raisi se extendió más allá de su liderazgo político, habiendo gestionado anteriormente la poderosa organización benéfica Astan-e Quds-e Razavi. Su legado, tanto en lo político como en lo espiritual, seguirá siendo un tema de relevancia en los discursos nacionales e internacionales sobre Irán en los tiempos venideros.