Graves Incendios Forestales Colocan en Alerta a 30 Ciudades en San Pablo- Brasil
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La creciente crisis de incendios forestales en el sureste de Brasil ha desatado la alerta máxima en más de 30 ciudades del estado de San Pablo
El fuego ha interrumpido carreteras y el humo ha cubierto incluso la capital, causando caos en la vida cotidiana de millones de personas.
El gobernador Tarcísio de Freitas ha tomado medidas inmediatas, formando un gabinete de crisis para coordinar los esfuerzos de combate. Con temperaturas superiores a los 35ºC, baja humedad y una sequía prolongada, la situación en San Pablo se ha vuelto cada vez más crítica.
Dos trágicas muertes se registraron en el municipio de Urupés, donde dos trabajadores perecieron al intentar sofocar uno de los focos. Las llamas han causado severos problemas en el transporte, con el humo afectando la visibilidad en una docena de vías, interrumpiendo el tránsito y forzando a muchas ciudades a paralizar sus actividades.
En ciudades como Sao José do Rio Preto, de 480.000 habitantes, la situación es alarmante, con más de 335 focos de incendio en tan solo cuatro días. Las escuelas han sido cerradas y las autoridades advierten que el fuego podría extenderse aún más debido a los fuertes vientos.
Los incendios que azotan Brasil no son una mera coincidencia, sino una señal alarmante del cambio climático. Científicos han advertido que el aumento de las temperaturas globales y la irregularidad de las lluvias están creando las condiciones perfectas para una crisis que podría volverse la nueva normalidad en vastas regiones del país.
Regiones como el Pantanal, uno de los mayores tesoros de biodiversidad del planeta, han sufrido devastadores incendios este año, con más focos registrados entre enero y junio que en cualquier otro año de las últimas dos décadas. La sabana del Cerrado y la Amazonía también han sido duramente golpeadas por las llamas, exacerbadas por el clima extremo y la acción humana imprudente.
Expertos temen que estos incendios puedan ser incluso peores que los de 2020, cuando un tercio del Pantanal fue consumido por las llamas y millones de animales perecieron. Las condiciones actuales sugieren que estamos ante una temporada de incendios que podría superar las peores expectativas.