Demandas y caos: Aficionados heridos tras la final de Copa América 2024 en Miami
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Las primeras demandas han sido presentadas tras el caos que estalló el pasado fin de semana cuando aficionados sin boleto forzaron su entrada a la final de la Copa América 2024 en el Hard Rock Stadium de Miami.
Entre las denuncias, una persona mencionó lesiones graves, mientras que otros con boletos aseguraron que se les negó el acceso al recinto. El Condado de Miami-Dade y los registros de la corte federales indican que hasta el viernes por la mañana, al menos cuatro demandas se presentaron contra el estadio y la Conmebol, el organismo rector del fútbol sudamericano, debido al desorden ocurrido antes del encuentro entre Argentina y Colombia.
Judd Rosen, abogado de una mujer lesionada, comentó que el estadio y los oficiales de la Conmebol deberían haber contratado más policías y guardias de seguridad, pero priorizaron los ingresos sobre la seguridad. “Esto fue un robo de dinero“, afirmó Rosen. “Todo el dinero que debieron gastar en un plan apropiado de seguridad se lo llevaron a sus bolsillos“.
Oficiales del estadio no quisieron hacer más comentarios el viernes, excepto que reembolsarán los boletos no utilizados comprados directamente con los organizadores. Anteriormente, mencionaron que contrataron el doble de seguridad para la final en comparación con los partidos de los Dolphins de Miami y superaron las recomendaciones de la Conmebol. El estadio acogerá varios encuentros de la Copa Mundial 2026.
La Conmebol, con sede en Paraguay, no comentó específicamente sobre las demandas, pero en un comunicado anterior, los organizadores culparon del caos a los oficiales del estadio, asegurando que no implementaron sus recomendaciones.
Isabel Quintero, cliente de Rosen, fue una de las personas con boleto que resultaron lesionadas cuando fueron derribadas o empujadas contra la pared y pilares. La policía arrestó a 27 personas, incluyendo al presidente de la Federación de fútbol de Colombia y su hijo, debido a un altercado con un guardia de seguridad al final del encuentro. También expulsaron a 55 personas.
Quintero, quien trabaja en finanzas, voló a su padre desde Colombia para ver el juego como regalo atrasado por el Día del Padre, pagando 1,500 dólares por cada boleto. Estaba en la fila cuando los guardias de seguridad dejaron de admitir personas para evitar que aficionados sin boleto entraran. La multitud creció y, con el inicio del juego acercándose, la gente comenzó a empujar de manera peligrosa contra la reja. Los elementos de seguridad abrieron las puertas “un poco para permitir el ingreso uno a uno“, relató Rosen.
Fue entonces cuando comenzó la estampida, al abrir completamente las puertas, provocando que Quintero fuera lanzada contra un pilar, sufriendo daño en el tejido blando de la rodilla y hombro, y una lesión en el pecho que le dificulta respirar. Su padre fue derribado, pero no resultó lesionado.
“Nunca vio a la selección nacional de Colombia en persona porque creía que era demasiado peligroso en Colombia“, dijo Rosen. “Por eso le dio el viaje como regalo del Día del Padre para ver a la selección jugar y el resultado es este, algo que nunca pensaron pasaría en los Estados Unidos“.
Rosen espera presentar más demandas después de hablar con otra persona a quien le derribaron los dientes y otra que se fracturó el brazo.
El abogado Irwin Ast presentó demandas en la corte federal y estatal en nombre de los aficionados con boleto que no pudieron ingresar debido a la multitud de aficionados sin boleto que empujaron para entrar al estadio ya lleno. Ast indicó que los aficionados viajaron de todo Estados Unidos y América Latina, gastando miles de dólares en boletos, vuelos y habitaciones de hotel. También experimentaron miedo y estrés al verse atrapados en la estampida y el caos, que pudo haberse prevenido si el estadio y la Conmebol hubieran implementado un mejor plan de seguridad, añadió.