Alegaciones de Tráfico de Influencias cerca del Presidente: El Caso de Amílcar Olán
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Carlos Loret de Mola presenta evidencia de comunicaciones que involucran a cercanos de AMLO.
En un entorno político ya cargado de acusaciones y controversias, el periodista Carlos Loret de Mola intensifica las tensiones con nuevas alegaciones contra Andrés Manuel López Obrador. En su última columna titulada “¿No que no?”, Loret de Mola acusa directamente al presidente de estar informado y ser partícipe, aunque de manera indirecta, en las actividades corruptas que involucran a sus hijos y sus asociados.
En la columna se revela una serie de grabaciones telefónicas. En estas, Amílcar Olán, identificado como amigo íntimo de los hijos del presidente y empresario con ascendente influencia, discute sobre una supuesta reunión con AMLO en Oaxaca. El tema central de la conversación gira en torno a futuros acuerdos comerciales en la refinería de Salina Cruz, mostrando cómo Olán planea asegurar contratos lucrativos con ayuda de conexiones de alto nivel dentro del gobierno.
Este no es un caso aislado según Loret de Mola, quien detalla cómo desde el inicio del mandato de López Obrador, la corrupción y el tráfico de influencias por parte de los hijos del presidente se han convertido en un tema recurrente en la política mexicana. El presidente ha sido criticado por su aparente indiferencia y respuestas evasivas frente a los crecientes escándalos que sugieren una red de corrupción operando bajo su administración.
El periodista cita las palabras de Olán en las grabaciones, donde se jacta de su acceso directo al presidente y sus encuentros frecuentes con figuras clave del gobierno, incluyendo a Daniel Asaf y Raquel Buenrostro. Además, menciona la relación de Olán con Javier May, ex jefe de Fonatur y actual candidato al gobierno de Tabasco por Morena, describiendo un panorama de impunidad y seguridad que Olán parece disfrutar.
Este reportaje no solo pone en duda la integridad de AMLO y su círculo cercano, sino que también plantea serias preguntas sobre la capacidad del sistema político mexicano para autoregularse y combatir la corrupción dentro de sus filas. Con pruebas en forma de grabaciones y testimonios directos, la denuncia de Loret de Mola no puede ser ignorada fácilmente, obligando a una reflexión nacional sobre la transparencia y la ética en la gestión pública.
El hecho de que AMLO reconozca que los involucrados son amigos de sus hijos, y admita indirectamente la existencia de contratos entre sus empresas y el gobierno, sin desmentir la autenticidad de las grabaciones, añade una capa más de complejidad al ya intrincado debate sobre la corrupción en México.